Los Vanir
Se supone que los Vanir son unos de los dioses de los habitantes originarios de la zona de Germania y Escandinavia, que llegaron a la región de la mano de la agricultura en el Neolítico. Los Vanir es impusieron a los dioses de los cazadores-recolectores, los Etins, y trajeron una nueva visión del mundo más domesticada, menos salvaje, aunque con su lado oscuro y sangriento. Con la llegada de los indoeuropeos y sus dioses, los Æsir, se terminó esa etapa y se impuso la visión del mundo del guerrero a caballo que traían estas tribus provenientes de las estepas. Sin embargo, parte del legado de los Vanir pasado por los principios morales de los Æsir, permaneció por el intercambio de rehenes que se produjo tras la guerra entre ambos grupos de dioses (y que, por raro que pueda parecer, ganaron los Vanir), ya que Njörd y sus hijos Ingvi-Freyr y Freyja se quedaron en Asgarð con los Æsir.
Poco nos ha llegado a través de los textos sobre los Vanir en sí. Sabemos de Gullveig, también llamada Heid, que era una bruja muy reputada y cuyo maltrato por parte de los Æsir provocó la guerra entre ellos. Sabemos que tras la guerra se intercambiaron rehenes y entre los Æsir fueron a parar Njörd, Ingvi-Freyr y Freyja, los más importantes entre los Vanir. También conocemos a la diosa Nerthus, de la que nos habla Tácito, y que es una forma femenina y arcaica del nombre de Njörd, con lo que podemos asumir que es la hermana de éste con la que contrajo matrimonio ritual, algo habitual entre sus gentes, y con la que tuvo a sus hijos. En las Sagas también se nombra a Lýtir -de quién un rey recibe consejo a través de su adivinación, que probablemente fuese otro sobrenombre de Ingvi-Freyr. Y luego tenemos a Holda, diosa del invierno, el hogar y la brujería, en la zona germana, de la que llegaron cuentos e historias a épocas de los hermanos Grimm; y a Nehalennia, diosa de lo fructífero y el mar, en los Países Bajos, de la que nos han llegado esculturas votivas en las que aparece junto a un perro oscuro y cestos de frutas.
En cuanto al periodo histórico en que el Culto a los Vanir pudo haber surgido, englobaría desde el periodo Mesolítico (con la Cultura Ertebølle), el periodo Neolítico (Funnelbeaker) y principios de la Edad del Bronce. Fue gente que trajo la agricultura a la zona aunque seguía cazando animales tanto de bosque (jabalí, ciervo, alce,...) como de mar (aves, mamíferos, peces, moluscos), realizaron entierros tumularios desarrollando una cultura megalítica, y comerciaron y tallaron el ámbar en hermosas figuras y adornos que llegaban a todas las zonas de Europa. En el III milenio antes de nuestra era aparecieron los primeros pueblos proto-indeuropeos que traían las hachas como arma principal, ganadería y uso del metal, llevando a cabo una primera mezcla con los pueblos autóctonos. De esta mezcolanza salieron los pueblos del bronce cuyas piedras grabadas llegaron hasta nosotros y de quiénes tenemos un mayor conocimiento a nivel religioso. Sabemos que para ellos el carro y el barco eran símbolos sagrados, y que adoraban a una Diosa del Sol, a una Madre Tierra, y a ciertos Dioses Gemelos, siendo todos estos de origen vánico, y además a un Dios armado con un hacha (que podría ser Thor) y a otro sin mano y armado con lanza (que podría ser Tyr), claramente de origen aésico.
Los Vanir son Dioses del ciclo de la vida y la muerte, de los cambios estacionales, de la agricultura y la pesca, son Dioses de los misterios naturales, y también de la adivinación y el seiðr. Las Diosas Vanir son todas seiðkonas y adivinas excepcionales (sus Dioses también son grandes adivinos), lo que las hace poderosas a ojos de los demás Dioses y espíritus, de ahí que tanto los Æsir como los Thurses estén deseosos de tener a las Vanir con ellos. Y aunque su caracter pueda ser matrilineal, como en todas las culturas neolíticas, eso no implica que entre los Vanir se vea a sus mujeres como superiores o que los brujos masculinos no estén permitidos (también había seiðmaðr, aunque entre los Æsir no estuviesen bien vistos).
Aunque en las Eddas sólo se menciona a Gullveig (también llamada Heið, aunque éste parece que era un apelativo que se solía usar con cualquier mujer practicante de la brujería), a Njörd, y a sus hijos Ingvi-Freyr y Freyja, ellos no eran los únicos entre los Dioses de los Vanir. Con los conocimientos que tenemos a través de lo que se nos dice en Eddas y Sagas, además de restos escritos, folklore, restos arqueológicos y gnosis personal, podemos establecer un Panteón Vanir. Los Dioses con los que me relaciono personalmente son: Njörd, Nerthus, Ingvi-Freyr, Freyja, Gullveig-Heið, Skaði, Gerda, las hijas de Freyja (Hnossa y Gersemi), Helith/Eir, Froði, Nehallenia, Holda, Välvorg, Ullr, Sif, Eostre/Idunna. Además de Óðr, -el esposo de Freyja-, Skirnir, Beyla y Byggvir, -los criados de Ingvi-Freyr; Ægir, Ran y sus hijas las Nueve Olas, Herne, Sunne/Sól y Mona/Mani.
Algunos de estos Dioses no son considerados por la mayoría de los Heathen oficiales como Vanir, entre ellos Helith/Eir, Fulla, Frigga, Thor, Skaði, Ullr, Sif, Weyland/Völundr y Eostre/Idunna, que suelen aparecer en las listas de Æsir, o los Etins Sunne/Sól, Mona/Mani, Ægir, Ran y sus Nueve Hijas, sin embargo, como iremos viendo, la mayor parte de sus características los vincula con los Dioses Vanir.
Dioses Vanir
Njörd
Nerthus
Ingvi-Freyr
Freyja
Gullveig-Heið
Hnoss y Gersemi
Holda
Välborg
Froði
Sif
Ullr
Eostre/Idunna
Nehallenia
Helith/Eir
Vanir por matrimonio
Óðr
Skaði
Gerda
Otras Deidades relacionadas con los Vanir
Frigga
Fulla
Thor
Kvasir
Weyland/Völundr
Skirnir
Beyla
Byggvir
Sunne/Sól y Mona/Mani
Ægir, Ran y las Nueve Olas
Herne el Cazador